Por: Paula Andrea Colorado Chávez
La liquidez social es uno de los parámetros actuales que rigen la sociedad. El mundo se mueve rápidamente y la noción de tiempo y espacio se van perdiendo en una virtualidad que se insertó en la modernidad para cambiar los viejos paradigmas comunicativos. Y es la internet el medio que se ha encargado de propagar el virus de la virtualidad, un virus que no tiene cura y que si no se usa correctamente podría ser letal.
Actualmente, nos encontramos saturados de nuevos términos que buscan definir las actividades, sucesos y personajes que forman parte de la vida virtual. Sin embargo, hay otras representaciones que han estado insertas en la cotidianidad de la sociedad real por mucho tiempo. Este es el caso de la información, un vocablo que define a un conjunto o secuencias de datos que conforman un hecho o plantean un significado.
La información es un concepto de gran amplitud que abarca todas las disciplinas, pero que se instaura imponentemente como el principal patrón comunicativo. Actualmente, el término ha decidido mezclarse con la tecnología, dando como resultado las denominadas Tecnologías de la información (TICS).
La internet forma parte de este nuevo mundo de las TIC, creando una nueva división social que no se clasifica en estratos socio-económicos del 1 al 6, sino en dos grupos simplemente denominados: inforricos e infopobres.
Así pues la falta de democracia de los medios interactivos ha dado paso no sólo a la exclusión social sino a la exclusión virtual, violando el segundo principio fundamental más importante, que nos heredó la revolución francesa: El principio liberal de la igualdad
En este sentido, pese a los intentos de algunos países por reducir el índice de analfabetismo digital, (por medio de internet de bajos costos o en casos extremos gratis) la brecha entre los letrados interactivos y los ignorantes de la red no se cierra sino que se transforma, pues hoy por hoy no hablamos de infopobres, como aquellos individuos carentes de medios tecnológicos para acceder a la información, sino como aquellos sujetos que a pesar de contar con las herramientas, no tienen el conocimiento, ni el acompañamiento necesario para hacer un uso adecuado de la red.
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